En casa estamos acostumbrados a tener en el congelador comida que nos saca del apuro, como por ejemplo papas congeladas; y ¿por qué no tener también un postre que se hace en 7 minutos?

Días atrás descubrí la propuesta de Calenta Churrería, unos deliciosos churros crujientes y calientitos, que fue difícil imaginar que unos minutos antes estaban congelados.

Conociendo más el proyecto, que surgió como idea en 2013 y se materializó y comercializó hasta 2016, es una pequeña empresa que ofrece sus churros principalmente a restaurantes y centros de consumo, como una solución deliciosa y efectiva en cuanto a tener un churro de alta calidad, sabor y precio.

En la actualidad, tienen la capacidad instalada para producir 300 mil churros al mes, atendiendo al mercado de Guadalajara, se manda a diferentes estados de la República Mexicana y también han hecho envíos al extranjero.

Ya sea que tengas restaurante o no, puedes degustar estos ricos churros en casa también: la caja tiene 50 churros, los cuales miden aproximadamente 8 centímetros y la verdad que en una sentada, mínimo te comes 5… 😉 (para las empresas y mayoreo, cuentan con bolsas de 900 churros)

Lo mejor es que estás comiendo un buen producto sin lo engorroso que es hacer churros, con la certeza que está hecho con buena materia prima y con estándares de calidad en su elaboración.

Y te estarás preguntando, ¿cómo se preparan? bueno, es súper sencillo: calientas aceite vegetal (de preferencia canola o maíz) hasta que alcance 190°C / 375°F en una freidora u olla honda, y fríes los churros por 7 minutos, hasta que se vean dorados, escurres sobre papel absorbente, revuelcas todavía calientes en azúcar con canela, o bien acompañas con salsas de chocolate, nutella, leche condensada, etc.

Otros usos que me parecen interesantes, ahora que está de moda: hacer malteadas con ellos, o para acompañar los helados, para tener un contraste caliente con lo frío… yum!

Para comprarlos, contáctalos en su Facebook: Calenta, churro artesanal congelado