Una de las conferencias más interesantes dentro de Retail Talks fue ésta donde se habló de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP)

Los panelistas fueron: Dusan Chrenek, jefe de unidad, Dirección general de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea; Miguel Angel Domínguez Morales, Presidente del Consejo Regulador del Tequila, México; José Luis Lapuente, Gerente de la DO vinos de Rioja, Europa; Mario Pomares Caballero, miembro del Comité ejecutivo, Organización para una Red Internacional de Indicaciones Geográficas, Europa.

Una interesante charla donde pudimos descubrir la importancia de estos sistemas de calidad que ha implementado bajo estrictas normas de las la UE, donde se protegen los productos locales contra falsificaciones, y es un indicador de alta calidad para los consumidores finales.

Las indicaciones geográficas están reconocidas como propiedad intelectual y tienen validez mundial. Éstas cubren productos agrícolas y productos alimenticios íntimamente relacionados con una zona geográfica, donde al menos una de las etapas de producción tiene lugar en la zona en cuestión.

Mientras que la Denominación de Origen cubre los productos agrícolas y los productos alimenticios que son transformados y elaborados en una zona geográfica determinada, empleando un saber hacer reconocido.

Se habló del caso de los vinos de Rioja, España y del Tequila de nuestro país. En ambos casos son productos reconocidos a nivel mundial donde mediante una etiqueta podemos saber que lo que estamos bebiendo es de calidad.

Calidad diferenciada es lo que hace a un producto ideal para ser protegido, y nos contaron que varios productos mexicanos tendrán este reconocimiento en corto plazo, siempre y cuando cumplan con los requisitos para ser protegibles, y así obtener un sistema de protección amplio.

Etiquetas que debes buscar en el producto, para saber si son DOP o IGP

 

Con la parte que me quedo, es que estas protecciones, tanto DOP como IGP, ayudan a que la gente no salga de sus poblados y sigan produciendo alimentos y bebidas de gran calidad, con las técnicas y usanzas antiguas; se preserva la tradición y uno como consumidor puede estar seguro de que el producto es de calidad superior.