La mejor forma de conocer Ribera del Duero, es dentro de la Milla de Oro, y ahí fue donde nos hospedamos durante toda nuestra estancia: en el Hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuena, que es nada más y nada menos que un Monasterio Cisterciense del siglo XII, y donde casualmente dentro del complejo cuenta con el Museo Las Edades del Hombre y una impresionante capilla, la cual pudimos visitar en una escapada matutina!


Para adentrarnos en el mundo de Ribera del Duero, nuestros anfitriones fueron Pablo Baquera, Director de Marketing y Agustín Alonso, Director Técnico del Consejo. Así que comencemos:

España tiene grandes regiones de vinos, y en los vinos tintos son 2 las principales: Rioja que se puede decir representa al vino europeo, al vino tradicional del viejo continente; y Ribera del Duero que es un estilo más potente y más refrescante, una mezcla entre los vinos del viejo y nuevo mundo, utilizando tempranillo.

Este tipo de vinos en Ribera del Duero, está dado por el terreno o terroir. Su clima mediterráneo da para veranos muy cálidos (hasta 42°C) e inviernos muy gélidos (-19°C), lo cual da como resultado primaveras y veranos muy cortos. El clima es muy extremo y las heladas son su principal problema; Por ejemplo, en 2016 se dio el récord histórico de cosecha de 133 millones de kilos de uva y en 2017 sólo se obtuvieron 55 millones de kilos, todo a consecuencia de una sola helada intensa de una noche…

En un día de septiembre cuando la uva todavía está en la vid, se tienen temperaturas de 24°C de día y por la noche las temperaturas caen a los 5°C, eso es bueno para la planta porque en el día están fotosintetizando y en la noche las plantas respiran y el sabor de la uva es mucho mejor, y no tiene tanta acidez. La altura media es de 800 a 850 msnmm.

En la zona de Ribera del Duero, hay 32 tipos de suelos, y lo más interesante es que están mezclados: encuentras parcelas con 3 diferentes tipos de suelos… y lo comprobamos durante el viaje de los días posteriores.

En la amena charla con Agustín, quien guió la cata, nos dijo dos frases que escuchamos durante todo el viaje con diferentes bodegueros, y que definen en vox populi el clima de Ribera del Duero:

“Tenemos dos estaciones: la de invierno y la del tren”

“Tenemos 9 meses de invierno y 3 de infierno”

Las variedades que se cosechan: tempranillo (que su nombre se da porque su ciclo es muy rápido, y brota aproximadamente el 24 de abril), cabernet sauvignon, merlot, malbec, garnacha tinta y la única uva blanca permitida por la DO es albillo. Pero la uva que es reina en Ribera del Duero, sin duda es la tempranillo, donde el año pasado el 96% de la cosecha, fue de ésta. (Por cierto, allá le dicen también tinto fino o tinta del país)

La cosecha se da en octubre, lo cual los hace diferentes a otros vinos y cosechas que se dan en España.

“Nuestros vinos son frescos, no son cálidos y pesados; son vinos potentes, pero redondos a la vez”

Ribera del Duero sólo produce vinos tintos y rosados, no se producen vinos blancos (al menos hasta que la calidad de éstos sea igual a la de los tintos…) Y la variedades de vinos se ubican en: joven, crianza, reserva y gran reserva.

Agustín también nos platicó cómo funciona el Consejo, cómo se validan y revisan las cosechas, cómo se hacen las muestras de bodegas, analítica y hasta que se le entregan las contraetiquetas a la bodega para que su vino pueda salir al mercado. En sí el Consejo asegura que el vino que llegue al consumidor es de la más alta calidad y, creo que a través de los años, se ha ganado la confianza de los clientes que ya son fans del vino de Ribera del Duero.

En este momento hay 300 bodegas dentro de la DO y sólo 3 están fuera; esto habla del prestigio de la Denominación dentro de España y la región.

Y bueno, para entrar en tema, degustamos los vinos junto con una deliciosa cena en lo que era el presbiterio del monasterio:

Los vinos fueron:

 

Foie gras con frutos rojos y microgreens

Solomillo

El favorito de la gran mayoría de comensales esa noche.

 

Postre de frutas con helado y tierra de chocolate

Aquí descubrimos que todos los vinos son buenos, de gran calidad, y maridan muy bien con la gastronomía local. Y lo mejor: todos los encuentras en México! 😉

Ah otro imperdible en el monasterio: Bodega Los Monjes, un lugar para degustar los vinos de Ribera del Duero y del mundo.