Este viñedo ubicado en el famoso triángulo de: Roa, La Horra y Anguix, comenzó en 2002 como un emprendimiento familiar, cuando compraron 4 parcelas para un total de 22 hectáreas, en los orígenes de los viñedos originales y antiguos de Ribera del Duero.

Analizaron muy bien los suelos de sus tierras por 4 años y con la información obtenida, tienen un plan a largo plazo para cuidar mejor los viñedos; éstos se trabajan independientemente y de cada uno de los suelos las uvas se transforman en vinos distintos, que se elaboran de forma distinta y al final del proceso se mezclan para producir los 2 vinos que se elaboran en casa: María y Alonso del Yerro.

La primera selección se hace en el viñedo, todo es manual y en forma más artesanal. En verdad se siente la diferencia con otras grandes bodegas, por ejemplo, los tanques de la bodega están nombrados con los nombres de las personas de la familia y de quienes ahí trabajan.

 

“Un viñedo pequeño de dimensión humana “

Sólo utilizan tempranillo para sus vinos, en promedio obtienen 100 mil kilos de uvas al año. Ellos buscan elegancia en sus vinos con un estilo independiente y muy marcado.

Exportan a 29 países entre ellos: México, Estados Unidos, Suiza y Alemania. Y en México los puedes comprar en Barricas y Viñedos.

El proyecto de Alonso del Yerro se fundamenta en los siguientes valores: el respeto por el entorno, el valor de la amistad, el amor por la familia y la pasión por la excelencia.

Después pasamos a catar sus vinos: directo de la barrica y ya en forma en un hermoso comedor en la casa familiar, con vistas a los viñedos.

Muy bueno su vino Alonso del Yerro, el cual probamos en 2 añadas diferentes, y como descubrimos a lo largo de nuestro recorrido por la DO: todos los vinos aguantan mucho tiempo en guarda, lo que los hace una excelente opción para tener en nuestra cava de casa para una ocasión especial.

Y María, es un vino que se elabora exclusivamente con las uvas de dos parcelas y con añadas excepcionales y se elabora en depósitos de madera. En general se producen pocas botellas de María por su carácter único y especial.

Por cierto, que después de que llovió un poco, salió el sol y pudimos ver el hermoso arcoiris sobre los viñedos!