Había escuchado muchísimos comentarios positivo sobre este restaurante, y por fin me tocó conocerlo!

Sabor Amor está ubicado en la Avenida Álvaro Obregón, y al llegar te reciben 2 casas idénticas, las cuales se comunican para formar el restaurante, propiedad de la actriz Silvia Navarro.

El milagrito, detalle de pizarra, asientos de baúl, La Terraza

Al entrar te transportas a diversas atmósferas, las cuales hacen muy cómoda tu comida, ya sea que te ubiques en las Jacarandas con sus mesas que son máquinas de costura de hace muchos años, o bien el la sobria Ópera roja o verde.

En la parte superior tienen los salones para disfrutar de un buen trago (Puertas, Jaulas o bien en La Terraza), y ahora que si lo que quieres es pedir la mano de tu novia, tienes que reservar El Milagrito: van más de 40 pedidas en ese acogedor rinconcito de Sabor Amor.

Pasando a lo que nos interesa, la comida, puedo decir que es buenísima! Me sorprendió la propuesta gastronómica que es mexicana con toques de modernidad y hasta con cierto punto de sorpresa. Los platos tienen nombres divertidos (ésos se los debemos a Silvia Navarro que es la que los bautiza)

Las puertas, detalle de la mesa en el salón Jacarandas

Para comenzar: Las vedettes que son chamorritos de ancas de rana con mantequilla, ajo y chile. Era la primera vez que probaba las ancas de rana y en verdad me encantaron!  También probé el guacamole con chapulines, bautizado como “El Saltamontes”  y del menú navideño degusté la rica ensalada “La Zana”

Ponche de recibimiento, detalle de vitral, La Zana, servicio de mesa

De plato fuerte llegaron “Las Reinas” que son enchiladas de barbacoa estilo Hidalgo: increíbles!!!

Las Reinas, El Saltamontes, Las Vedettes

Eso sí, tuve que dejar un espacio para el postre, la verdad fue muy difícil escoger, pero me decidí por “El Deschongue” que es una natilla con chongos zamoranos; sólo puedo decir que me fascinó! De recordarlo se me hace agua la boca!

Algo que me pareció interesante, es que te ofrecen maridar el postre con los tés que manejan! 😉

Cuando vuelva al DF, seguramente volveré a Sabor Amor, me faltaron muchos platos por probar (y muchos postres, sobre todo!)