Embotellando el paisaje: Pago de Carraovejas

Visitar Pago de Carraovejas es conocer 3 negocios que se relacionan: el restaurante José María, la Bodega y el restaurante Ambivium.

 

Empecemos con lo que todos nos preguntábamos al llegar: ¿qué significa Pago de Carraovejas? Pues es el lugar o parcela de Carraovejas: el camino de las ovejas… y todavía pasan las ovejas actualmente. 😉

Todo comienza en 1982, cuando el proyecto del Restaurante José María abre sus puertas en Segovia, ahí se servía cochinillo y se acompañaba con vino embotellado, todo un cambio para los usos de la época. Después José María Ruiz Benito decide hacer un vino especial que acompañará a su platillo estrella. Entonces empieza a buscar en Ribera del Duero parcelas para hacer su proyecto realidad. El sitio elegido: Peñafiel, 8 hectáreas con vistas hacia el castillo y que pertenecían al médico del pueblo. La ventaja, aparte de las buenas tierras, era su cercanía con Segovia (a 50 min. en automóvil). Así es como todo comienza en 1987, y tienen su primera vendimia en 1991.

Actualmente cuentan con 200 hectáreas en propiedad. Se cultivan: tempranillo, cabernet sauvignon y merlot. Sus viñedos están a una altitud media de 850 msnm, en una ladera perpendicular al Río Duero. Se utilizan tres sistemas diferentes de cultivo: Doble Cordón Royat, Vaso vertical y Viticultura en terrazas.

Pago de Carraovejas fue la primer bodega en elaborar un vino con 25% de Cabernet Sauvignon, y también fueron pioneros en utilizar barricas de roble francés en la DO, así como el uso de riego por goteo, para el uso exclusivo de uvas que van para crianzas y reservas. Y algo curioso: empezó a comercializarse al exterior por puros contactos que eran amigos de José María en el mundo de la gastronomía.

Esta bodega, con sus etiquetas tan tradicionales, es muy moderna: su edificio arquitectónico y funcional aprovechando al máximo la luz y la pendiente del terreno, el cómo se aprovecha la tecnología en los procesos pero también el uso de procesos de elaboración natural por gravedad y las características originales de la materia prima, trazabilidad de los viñedos, utilización de insectos -los cuales atraen- para combatir plagas, y también en la forma en que está estructurada la empresa (hay muchas mujeres en puestos claves).

 

 

Exportan de un 10 a 15% de su producción, donde México es el primer importador. Si te interesa conseguir sus vinos los encuentras en La Europea, City market, Costco, entre otros.

“Calidad y atención al detalle son los valores de la empresa familiar”

Recorrimos las modernas instalaciones de la bodega, pudimos apreciar las hermosas vistas del Castillo de Peñafiel junto con los almendros en flor, y para terminar nos dirigimos a su Restaurante Ambivium. Este restaurante con una cocina abierta que permite ver las elaboraciones, que en nuestro caso fue un cuidado menú de degustación con los vinos de la bodega (posee una amplia cava con vinos de todo el mundo y de España).

Estos fueron los excelentes vinos que acompañaron nuestros alimentos:

 

Comenzamos con un aperitivo: patata revolcona (¿no te encanta el plato? era una estructura de alambre) y un cóctel de naranja.

 

El vino de autor, que inició la bodega, sólo se comercializa en el restaurante José María, y del cual se elaboran 90 mil botellas al año (tuvimos la suerte de poderlo degustar) y acompañamos de una Ensalada de conejo en escabeche, pera y manzana.

Después seguimos con Tinto Pago de Carraovejas 2015 y un Huevo Benedictine con pato. Enseguida llegó un Risotto de trigo con cerezas maridado con un Reserva 2014, todos los vinos presentados por la sommelier del restaurante.

Después vinieron dos Pago de Carraovejas “El Anejón” 2012 y 2009, estos vinos sólo se hacen con añadas muy buenas, y son un coupage (curiosamente el primero que se hizo fue el 2009 y nos tocó degustarlo: buenísimo); acompañado el Bonito con Salsa Marinera y el Jarrete de lechazo con patatas fritas, respectivamente.

 

Para cerrar, el postre (Fresa, Cacao y Café) fueron maridados con “Cuesta de las Libres” 2014 (el cual sólo se elabora en añadas muy buenas), y te adjunto una imagen de esta cuesta… creo que es muy bonito poder de dónde viene un producto, en este caso este magnífico vino de Ribera del Duero!

Sin duda es un lugar excelente para hacer Enoturismo, las vistas por sí solas valen la pena, y súper recomendado su restaurante Ambivium que te ofrece una experiencia sensorial explorando los sabores que rodean a los viñedos! Sólo reserva y disfruta de 4 horas de visita por esta bodega! Y no le digan a nadie: pero planean abrir un hotel próximamente! 😉