Cillar de Silos: rescatando las tradiciones vinícolas

Esta bodega fue para mí todo un descubrimiento de cómo respaldar un buen vino en las tradiciones antiguas, donde primero conocimos las instalaciones modernas, que datan de 1994 (aunque la familia ya tenía mucho tiempo haciendo vinos para ellos) y han ido creciendo poco a poco; después fuimos a un lagar del siglo 17 y nos adentramos a los subterráneos donde se envejecen las botellas para terminar conociendo su nuevo proyecto, del cual te contaré más delante.

Se apoyan en los procesos de antaño para producir excelentes vinos para el futuro.

Cillar de Silos busca fomentar el vino del municipio, en este caso Quintana del Pidio es llamado “El Jardín de la Ribera” a 900 mts del río. La uva blanca de albillo es la autóctona del municipio y se cosecha excelente tempranillo.

El nombre de la bodega viene del Monasterio de Silos que era el que tenía el dominio de esas tierras (del siglo 10 al 17) y Cillar en homenaje al monje que se encargaba de organizar la despensa o cillería, al cual se llamaba “cillero”. Hay que recordar que en aquel entonces era más seguro beber vino que beber agua, así que su trabajo era muy importante.

Caminamos unos pasos de la moderna bodega y nos adentramos al pueblo de Quintana del Pidio para visitar un antiguo lagar y un subterráneo del siglo 17, el cual se utiliza para envejecer el vino ya en botella. En estos subterráneos hay temperaturas constantes de aproximadamente 11°C y una humedad del 70%; cuentan con respiraderos o chimeneas, llamados zarzeras, que por la parte superior se ven como en la foto. Se les llama así porque alrededor crecen las zarzas, y hay muchísimas zarzeras en la zona, lo que significa que hay muchos subterráneos en la región… 😉

 

 

 

De hecho, el utilizar estos túneles se puede decir que es una forma de contribuir al medio ambiente, ya que no se necesita electricidad para mantener la temperatura adecuada de la conservación de los vinos… es una forma ecológica de guarda. 😉

Están terminando una bodega nueva, donde todo se hará en bajo tierra: 5 bodegas y lagares antiguos, conectados todos por abajo, en verdad impresionante… en septiembre ya estará lista! La fermentación la harán en hormigón… y me encantó que nos dijeran que Cillar de Silos crece para abajo como las raíces de la vid. Estas fotos son de la próxima bodega que abrirán:

 

Un plus de esta bodega: sólo sacan el vino hasta que ya está listo para tomar. No antes… caso curioso, el 2010 salió antes que el 2009… eso habla de que cuidan mucho su producto y sólo ofrecen lo mejor.

En cuanto a sus procesos, se aprovecha la gravedad, la vendimia es manual, y los vinos especiales se elaboran en depósitos pequeños. Casi no se utilizan bombas, igual cuando se llenan las barricas todo se hace utilizando la gravedad, ya que éstas están en otro nivel más abajo. Cuentan con 68 hectáreas en propiedad, con vides que van de los 15 a los 100 años de edad, y curiosamente cuentan con una parcela prefiloxérica, ya que ahí no atacó tan fuerte la plaga. Están a una altitud de entre 840 m y 900 msnm. Sus tipos de suelos franco-arenosos: con arenas entre un 63 y un 67%; limo entre el 19 y el 23% y arcilla entre el 13 y 16% y también cuentan con un sistema radicular muy profundo en busca de agua.

Después del recorrido, pasamos a la sala de catas donde acompañados con una deliciosa comida típica de la región, degustamos sus vinos. Todavía no puedo decidir cuál me gustó más, porque en verdad: todos me encantaron!

La comida consistió en jamón serrano, croquetas, morcilla, chorizo, lechazo (es cordero, pero de hasta 40 días de vida) y de postre una tarta de hojaldre que elaboran unas monjas locales. ¡Todo exquisito!

Sus vinos los encuentras en México en La Naval. Y esta bodega, como todas las demás que visitamos, las puedes ir a conocer y vivir la experiencia que yo viví, están señalizadas en La Ruta del Vino Ribera del Duero.