Después de 4 años de pruebas, se anuncia la creación de un corcho que puede volver a colocarse en la botella: helix.
El corcho tiene una forma parecido a las tapas de rosca y fue diseñado para los vinos “popular-premium” que son los que rondan entre los 8 y 15 dólares.
La creación es una colaboración entre Armorim que produce corcho y la compañía que fabrica botellas O-I.
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